Conocidas en el ámbito profesional de la Dermotricología como “Tricoptilosis”, las puntas abiertas son una alteración estructural del tallo capilar (el cabello).
Se producen debido al desgaste de nuestra capa más externa; la cutícula.
Nuestro cabello, de dentro a fuera, está compuesto por 3 capas:
- Médula
- Córtex (aquí actúan los tratamientos, tintes… Se almacena la melanina que nos da color)
- Cutícula: la más externa, formada por capas de queratina que se superponen entre ellas para darnos protección.
En esta última, encontramos además una sustancia que la recubre para seguir creando protección e impermeabilidad; el 18-MEA. Con el paso del tiempo, el desgaste por cepillados, roces, el daño solar o de herramientas de calor o productos químicos… Vamos debilitando esa función barrera, dando lugar a una cutícula desprotegida.
Es aquí donde pueden surgir las temidas puntas abiertas; hacemos daño directamente a la queratina del cabello, y se produce una fisura que hace ver el tallo partido en 2 o más partes.
Pues bien, una vez sabemos qué son y cómo llegan a producirse… ¿qué podemos hacer realmente con ellas? ¿Son ciertas todas las informaciones que circulan en internet al respecto?
Los mitos
- Las puntas abiertas se pueden reparar”. FALSO. Cuando algo está roto, y se trata de una estructura “muerta”, es imposible que vuelva a su composición anterior. Es muy sencillo de explicar visualmente; si rompes un vaso en varios pedazos y después los pegas, podrás conseguir algo parecido, pero no está recompuesto, sino pegado. Pues con el pelo lo mismo; los famosos productos reparadores, que las hacen desaparecer y etc lo único que hacen es, de manera temporal y visual, pegarlas entre sí. Pero el problema sigue ahí.
- Si cortas las puntas abiertas, el pelo crece más rápido”. Falso también. Esto es biología pura; el pelo nace del cuero cabelludo, no de las puntas. Por tanto, todo lo que hagas en ellas no influye en su ritmo de crecimiento. Lo cierto sobre esto, es que si las cortas evitas que el pelo se siga destruyendo y, a base de cuidar lo que sí está sano, conseguirás ver el pelo largo en menos tiempo que si no las cortases.
Lo que podemos hacer para mantenerlas a raya
Evitar utilizar herramientas de calor como planchas, tenacillas… Y si lo hacemos, limitar su uso y utilizar SIEMPRE protectores de calor.
Proteger con aceites: no existe un ingrediente mejor para proteger que un buen aceite capilar. Puedes aplicar unas gotas en tus puntas cada vez que laves el cabello, e incluso ir replicando a medida que pasen los días. Creará esa capa grasa que aísla de roces, desgaste…
Utilizar productos con proteínas; mascarillas y acondicionadores, o productos de estilizado que las contengan te van a ayudar a dar fuerza y resistencia en el cabello.
Cortar de forma regular: como he explicado más arriba, una punta abierta que ya está debilitada es mucho más susceptible de seguir abriéndose hacia arriba. Partir de un pelo cuidado y resistente y protegerlo es la mejor manera de conseguir resultados a largo plazo.
¿Prefieres una explicación más extensa y en formato audiovisual? Entonces mira este vídeo: